jueves, 11 de abril de 2013

Repercusiones generales de la subida de tasas


<<Impacts généraux de cette hausse>>, artículo disponible en la página web de la CLASSE : http://www.bloquonslahausse.com/hausse-des-frais/impacts-generaux-de-cette-hausse/ (Fecha de publicación: primavera de 2012)
Repercusiones generales de la subida de tasas
Aumentar las tasas significa restringir el acceso a la enseñanza superior a los menos ricos
Desde hace un tiempo varias personalidades públicas intentan convencer a la población de que una subida de las tasas no tendría efecto en cuanto a la accesibilidad a la enseñanza post-secundaria. Hasta Raymond Bachand (miembro del gobierno liberal) ha dicho que tasas bajas constituían una subvención para los más ricos y que, en este sentido, aumentar las tasas era una cuestión de justicia social. Sin embargo, los hechos contradicen estas afirmaciones.

Un estudio de 2003 de Estadísticas Canadá sobre los ingresos familiares y la participación en la enseñanza post-secundaria ha demostrado que la subida de las tasas en los años 90 en el resto de Canadá había hecho que los jóvenes que procedían de familias con menos de 75 000 $ de ingresos anuales se matricularan menos en las universidades. Otro estudio del 2007 solicitado por el Ministerio de la Educación, del Ocio y del Deporte (MELS) sobre las tasas universitarias, la ayuda financiera para los estudios y el número de matriculaciones en las instituciones de enseñanza post-secundaria llega aproximadamente a las mismas conclusiones. Dicho de otra manera, cuanto más altas son las tasas, menor es la proporción de estudiantes procedentes de familias humildes. Consecuentemente, la « justicia social » no consiste en aumentar las tasas, sino más bien en bajarlas para favorecer un acceso universal a la enseñanza post-secundaria.


Los préstamos y las becas (ayuda financiera) nunca podrán amortizar el efecto negativo de una subida de las tasas
Para intentar tranquilizar la ira de los estudiantes, el gobierno reinvertirá un 35 % del importe de la subida en el Programa de Ayuda Financiera para los estudios (AFE). Estos 118 millones de dólares adicionales cubrirán la subida de las tasas para aquellos y aquellas que ya tienen acceso al programa de ayuda, y permitirán aumentar ligeramente el número de personas admisibles. Sin embargo, la gran mayoría de los jóvenes que proceden de familias con ingresos bajos y medios quedarán excluidos de esta bonificación. El efecto será aún más dramático, ya que más del 40 % de los padres, independientemente de sus ingresos, no ayudan financieramente a sus hijos para sus estudios. Por su naturaleza, la Ayuda financiera nunca podrá amortizar completamente el efecto nefasto de una subida de las tasas, porque para hacerlo debería hacerse accesible a todos y a todas, y el coste de tal medida superaría entonces el importe de la subida.


El importe de la subida no arreglará los problemas del sistema universitario quebequés
El argumento según el cual el sistema universitario quebequés está en ruina está muy de moda últimamente. Lo comparamos con el sistema de Ontario (otra provincia de Canadá) y con las grandes instituciones americanas, lamentando las estanterías pálidas y poco surtidas de nuestras bibliotecas. Dado que Quebec tiene las tasas más bajas de todo Canadá y EEUU, la subida de esas tasas parece ser la solución perfecta. No obstante, a pesar de nuestras tasas poco elevadas, las estadísticas del gobierno demuestran que la red universitaria quebequesa está mejor financiada que la de  otras partes:
Utilizando como indicador la relación entre el conjunto de los gastos de las universidades y el producto interior bruto (PIB), constatamos que, en comparación con el resto de Canadá, Quebec se encuentra entre las provincias cuyo esfuerzo financiero dedicado a las universidades es más importante. En 2008-2009, el conjunto de los gastos de las universidades representaba un 1,94 % del PIB en Quebec, en comparación con un 1,76 % en Ontario, un 1,65 % en Canadá entero y un 1,58 % en Canadá sin Quebec.
Obtenemos similar conclusión comparando el conjunto de los gastos de las universidades por estudiante. Todavía para el año 2008-2009 el conjunto de los gastos era de 29 242 $ por estudiante en Quebec, en comparación con 28 735 $ en el resto de Canadá, de 26 383 $ en Ontario y de 28 846 $ para Canadá entero.

De esto se constatan dos cosas. Por un lado, que a las universidades quebequesas no les falta dinero. Por otro lado, que el importe de la subida de las tasas representaría una subida que no llega al 5 % del presupuesto de las universidades quebequesas. Los problemas de la red universitaria quebequesa son más bien achacables a un mal reparto de los recursos que desfavorece la asignación de dinero a la enseñanza y a los recursos destinados directamente a los estudiantes. En la Universidad de Montreal por ejemplo, el personal de gestión ha pasado de un 10 % a un 15 % del efectivo total entre 2000 y 2008, mientras la proporción de profesores ha pasado del 26% al 22%.


La enseñanza se vuelve cada vez más una institución privada sometida a las exigencias del mercado y pierde su función social
El aumento de las tasas no tiene solamente repercusiones monetarias. Al pasar de una financiación pública asegurada por el gobierno a una financiación privada asegurada por el estudiante y por la filantropía de las empresas, cambiamos el rol de la educación. El estudiante se vuelve un cliente que compra un servicio cuya función es la de aumentar el valor comercial de su trabajo. Según esta lógica es normal que el estudiante pague un precio proporcional a los beneficios que retira. Esta visión ha sido defendida en primer lugar por distintos organismos de la derecha económica (la Patronal, el Instituto Económico de Montreal, el Centro para la Investigación Interuniversitaria y el Análisis de Organizaciones, etc.) y está claramente presente en los presupuestos de Quebec de 2011. El plan del gobierno de aumentar la filantropía de las empresas pretende lo mismo. Al favorecer la contribución voluntaria de organismos con ánimo de lucro admitido el gobierno cambia el estatuto de la investigación universitaria. Ésta se tiene entonces que someter a les exigencias del mercado, porque en adelante, es en el mismo mercado donde encontrará su financiación.


El aumento de las tasas no corresponde a una obligación económica sino a una elección política
No se puede decir que el aumento de las tasas sea una necesidad económica, sobre todo cuando nos damos cuenta de que la subida prevista aportará una insignificante suma de 216 millones $ por año, lo que apenas representa un 4,7 % de un presupuesto de 4,5 mil millones $ que importarán las universidades en 2016-2017, y un 0,3 % del presupuesto total del Estado quebequés.
Al elegir financiar la universidad con una tarifa única (lo que es regresivo en relación con el ingreso) en vez de financiarla con el impuesto sobre el ingreso (que es progresivo), el gobierno elige favorecer a los más ricos, someter la universidad a la lógica del mercado y restringir el acceso a la enseñanza post-secundaria.


Los estudiantes ya tienen que apretarse el cinturón
Cuando se descongelaron las tasas en 2007, los partidarios de la subida de las tasas machacaban en todas las tribunas que los 50 $ suplementarios exigidos por cuatrimestre no representaban más que una cerveza menos por semana. Por supuesto, no hablaban del efecto acumulativo de la subida. Esta vez, ¿se atreverán a afirmar que los 1625 $ de aumento no representan más que 16 cervezas menos por semana?
Y lo que es más serio, un estudio exhaustivo de 2009 realizado por la Federación de los estudiantes universitarios del Quebec sobre las fuentes y los modos de financiación de los estudiantes de primer ciclo demuestra que la renta media de los universitarios es de 12 200 $ por año. Después de haber pagado las tasas (la factura media en 2009 era de 2 600 $ por año) solamente quedaban 9600 $. Un aumento de las tasas de 1625 $ constituiría una compresión de 17 % de los ingresos disponibles - tenemos derecho a preguntarnos cómo comerán los estudiantes dentro de 5 años, considerando que el coste de la vida aumenta considerablemente en todos los sectores-. Para alcanzarlo, los estudiantes deberán trabajar el equivalente de 162 horas suplementarias a 10 $/h.

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